De la Dictadura hasta la actualidad
La represión y el miedo se apoderó de nuestra localidad, al igual que en del resto de España. La represión, abusos y humillaciones eran el pan de cada día y la gente, pobre en su mayoría, sobrevivía como buenamente podía. Durante la Dictadura de Franco, nos cuenta José Terrón Arjona, se hicieron obras en el Paseo, pues estaba muy alto y sus muros deteriorados, dando lugar a lo que sería la primera versión del Paseo que hoy en día conocemos (posteriormente, se hizo otra reforma, pero buscando guardar la línea arquitectónica y decorativa que tenía).
En el pueblo se vivía en un contexto particularmente difícil. La represión era continua, la pobreza acusaba y las diferencias entre clases se hacían notar cada vez más. La economía del pueblo seguía basándose en la agricultura y la ganadería, aunque cobraría importancia el estraperlo, que volvió con mucha fuerza ante la escasez de alimentos y productos necesarios para la subsistencia. Para los propietarios de grandes plantaciones esta situación fue muy beneficiosa puesto que aprovecharon la oportunidad para vender sus productos con altos márgenes de beneficio, ante una demanda muy creciente y una oferta con muchas carencias.
En 1958 se iniciaron las obras de lo que sería el Embalse de Iznájar, una gran obra de ingeniería que cambió por completo nuestro paisaje y la vida del entorno. Su construcción permitió contratar a numerosos trabajadores, lo que supuso un respiro para el pueblo. Las obras se demoraron un total de 10 años y se utilizó un total de 1,4 millones de metros cúbicos de hormigón.
Unos años antes de la finalización de la gigantesca obra que fue la creación del Embalse de Iznájar, Cuevas de San Marcos vivió otro de los momentos decisivos de su historia: la constitución de la Cooperativa Olivarera Nuestra Señora del Carmen.
En el año 1961 la economía local era básicamente agrícola y las condiciones de aquel momento, pésimas. El cura de aquel momento, Don Miguel León, animó a los vecinos a crear una cooperativa que permitiera mejorar la situación tan precaria que vivía el sector primario en nuestro municipio. Así, en ese mismo año se constituyó la Cooperativa Olivarera Nuestra Señora del Carmen. En un inicio, se contó con una fábrica de aceite de la Calle Lucena donada por Prudencio Ginés, quien fue también presidente de la cooperativa. Aunque el proyecto contó con adeptos y reticentes que llegaron incluso a montar otra cooperativa en la calle de al lado, fue únicamente esta cooperativa la que sobrevivió. De hecho, siguió creciendo y mejorando sus instalaciones hasta su posterior traslado al lugar donde ahora mismo se encuentra en la Avenida Juan XXIII.
1969 fue un año intenso para Cuevas de San Marcos, ya que nació otro proyecto cooperativista: la Cooperativa de Corte y Confección, también conocida como la Fábrica las Niñas, dedicada a la confección de ropa y textiles de todo tipo. De nuevo, Don Miguel León participó en el proyecto, aunque se tuvo que marchar antes de poder verlo finalizado. Sin embargo, el nuevo cura, Don Sebastián Díaz Sánchez, se implicó en él y ayudó a las socias (unas 15 o 20 socias, todas mujeres) a fundar esta cooperativa. Fue un proyecto iniciado por mujeres que con su esfuerzo y trabajo pudieron sacarlo adelante. En un inicio, empezaron a trabajar con unas máquinas que les cedió una empresa de Alhaurín de la Torre y que fueron pagando poco a poco. Además, también contó con el apoyo de la Cooperativa Olivarera que les cedió un local para poder comenzar su actividad. Con los años esta cooperativa fue creciendo hasta llegar a ser una de las más importantes de nuestra comunidad.
En junio de 1969, el Pantano de Iznájar vuelve a cobrar importancia, ya que se inauguró oficialmente con la asistencia de Franco para conmemorar este momento. En aquel entonces, la construcción de la presa fue un hito, no solo por ser todo un desafío para la época, sino porque permitió constituir el que sería el pantano de mayor envergadura de Andalucía.
En este contexto, ya más favorable en Cuevas de San Marcos con las dos cooperativas en funcionamiento, siguió desarrollándose la etapa de la Dictadura Franquista en un contexto ligeramente más prometedor que poco a poco iría cambiando como en el resto de España hasta la muerte del Dictador que marcaría el inicio de la etapa democrática. Sin embrago, a pesar de las nuevas promesas de mejora, nuestro pueblo volvió a sufrir una fuerte emigración hacia zonas más prosperas como Cataluña y Madrid, lugares a los que muchos vecinos marcharon en busca de un futuro mejor.
En la actualidad, la población de Cuevas de San Marcos está en torno a los 3.600 habitantes. La economía se sigue basando principalmente en la agricultura, aunque si que hay un mayor auge de otras actividades. Además, la mejora de la red de comunicaciones permite a muchos vecinos disfrutar de la tranquilidad que ofrece nuestro pueblo mientras trabajan en otros lugares como Antequera o Lucena. Incluso hay quien trabaja en Málaga o Córdoba. Nuestra localización, de nuevo, juega un papel importante en este desarrollo.
Te invitamos a que nos conozcas y vivas con nosotros nuestra riqueza natural y la historia que nos ampara que nos ha dejado un legado repleto de tradiciones y costumbres.
Conoce Cuevas de San Marcos, una tierra milienaria .